Ir al contenido principal

REGRESAN

Han vuelto. Están por aquí otra vez. Me tienen cautivo en sus redes.

Me preguntaba en donde se esconden, por que senderos caminan, si vuelan por entre los cúmulos de nubes, si bucean en los charcos de agua.

Me respondía a mi mismo que ya no estaban, que habían caído en algún profundo pozo de petróleo, que me habían abandonado, pereciendo ellas y debilitándome los huesos, los músculos, los instantes.

Regresan. Regresan las musas y me rodean. Me acarician, y yo las imagino de cabellos largos, envueltas en finas sabanas blancas, suaves como la seda. Translucidas, ellas levitan por esta estancia que ya no es estancia, pues no puedo verla al no estar aquí.

Viajo tomándoles las manos. Cada yema de cada dedo las reconoce y las implora. Las necesito tanto como ellas me necesitan. Son mis sentimientos, mis alegrías y tristezas, mis lágrimas, mis pisadas, sin miramientos. Os ruego que no me dejéis de nuevo. Os deseo tanto que no puedo vivir sin vosotras.

Musas ¿Quiénes sois y donde habéis estado? Os he buscado sin cesar por tierra, aire y mar. Por mi lar. Dentro y fuera de mí. No me dejéis de nuevo. Ahora que os daba por pérdidas, volvéis a mí, como salidas de la nada, evocadoras de fantasías y placeres. Incorpóreas, efervescentes y furtivas.

Han vuelto. Están por aquí otra vez. Las tengo cautivas en mis redes. Son ellas. Son las musas. Mis musas.


Soledad y melancolia
"Las musas siempre estan presentes, pero a veces son huidizas"

Comentarios

Entradas populares de este blog

ABRÁZAME

Su pelo es como un suave cielo nublado de cirros resbaladizos que se mueve con gracia y elegancia. No en vano, tocarlo es similar a arrullar la bóveda celestial, pasando los dedos por entre sus rizos como si con las nubes a mi antojo pudiese jugar.  Si, es ella, la misma que he nombrado una y otra vez por entre estas paginas, año tras año, día a día, silenciosamente, como si fuese un secreto constante y omitido al que solo mirar desde la lejanía me estaba permitido, deseándola con un anhelo tan poderoso como la mismísima fuerza de la gravedad.  Esa gravedad de la que hablo, siempre atrayéndome hacía a ella, ahora me mantiene pegado a su cuerpo de sinuosos valles y bellas colinas.     Ese anhelo al que me refiero, fruto maduro de forjar el largo paso del tiempo con una afluencia infinita de sonrisas, enmudecimientos y conversaciones.     Ausencia de palabras que no pueden cumplir su cometido.     Impotencia de un corazón que ha vibra...

Anduve

Anduve por la Tierra y contemplé el cielo mil veces, más el infierno presencié en otros mil reveses.  Anduve   por caminos despejados dispares, más por la jungla me vi obligado a abrir senderos de pesares.  Anduve y   anduve y anduve, y respiré el preciado aroma de las flores, sentí en mis pies descalzos el desgarro de vidrios   torturadores; mi piel se quemó bajo el sol ardiente, mi sangre se congeló a ras de un glacial imponente.  Anduve por la tierra y fui amado, más amar pude en m uchas ocasiones y eso hice, calmado. Transporté entre mis manos arena de playa delicada y fina,más zarzas punzantes rasgaron de sus palmas ambas lineas de la vida. Me miró un ejercito de ángeles hermosos, mientras al unisono me escrutaba una caterva de tuertos belicosos. Fui un enano, pero también un coloso. Tarde o temprano, tuve que enfrentarme a un oso.  Anduve y continué caminando por este sendero sinuoso , viendo a cada metro, desde el lindero, que se ...

DIARIO DE UN CABESTRILLO

Crack (01/08/13): ... no tardamos ni cinco minutos en irnos al agua. Me ducho y me tiro de cabeza. Es un gran placer bucear bajo el frescor que proporciona este líquido tan vital para nosotros. Lucia esta chapoteando, David nos hace ahogadillas y Elena más de lo mismo. Es cuando esta última nos pica para que nosotros, los tocayos, echemos una carrera a croll. Nos orientamos hacia el ancho de la piscina. Elena cuenta hasta tres y nos impulsamos con virilidad en el bordillo para cruzar la ida de la competición casera. Vamos rápido, con brazadas potentes que lanzan bastante agua hacia la superficie. Cuando llegamos al otro bordillo, miro a mi izquierda un segundo y veo que estamos empate. Sin detenerme ni pensarlo, turbado por la carrera, saco el brazo derecho del agua, toco el bordillo y giro el cuerpo para propulsarme con las piernas. Es cuando sucede lo que nunca hubiera imaginado. ¡CRACK! Y un dolor indescriptible se apodera de mí. Me detengo en el acto chillando y me mante...