Anduve por la Tierra y contemplé el cielo mil veces, más el infierno presencié en otros mil reveses. Anduve por caminos despejados dispares, más por la jungla me vi obligado a abrir senderos de pesares. Anduve y anduve y anduve, y respiré el preciado aroma de las flores, sentí en mis pies descalzos el desgarro de vidrios torturadores; mi piel se quemó bajo el sol ardiente, mi sangre se congeló a ras de un glacial imponente. Anduve por la tierra y fui amado, más amar pude en m uchas ocasiones y eso hice, calmado. Transporté entre mis manos arena de playa delicada y fina,más zarzas punzantes rasgaron de sus palmas ambas lineas de la vida. Me miró un ejercito de ángeles hermosos, mientras al unisono me escrutaba una caterva de tuertos belicosos. Fui un enano, pero también un coloso. Tarde o temprano, tuve que enfrentarme a un oso. Anduve y continué caminando por este sendero sinuoso , viendo a cada metro, desde el lindero, que se ...
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